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Los años de la ballena

 

 

Rubén, joven reportero gráfico en paro, deambula con su cámara por Barcelona entre manifestaciones y calles grises en plena Transición. Tiene un encuentro fortuito con una anciana y alertado por su extraño comportamiento decide seguir sus pasos. Los acontecimientos que siguen a partir de ese encuentro le sumergen en la búsqueda de la mujer en un viaje iniciático por las calles de Jerez, San Fernando y Cádiz plagado de anécdotas y tropiezos. Marta, la huidiza anciana, decide narrar su historia grabándola en cintas y entregárselas anónimamente. Rubén descubre la azarosa huída de una mujer perseguida desde la Guerra Civil y sus sorprendentes consecuencias.

En mi opinión, la razón de la intensa atracción que ejercen las pinturas de los espacios, los dibujos de los perfiles humanos de los personajes y los relatos de las peripecias de los episodios aquí narrados radica en la feliz convergencia de varios recursos intensamente expresivos. 

 

José Antonio Hernández Guerrero

 

 

Os recomiendo este libro de Antonio Díaz, escritor de San Fernando. A mi me ha encantado. 

 

Alex O´dogherty

 

 

Con un lenguaje sencillo elabora con soltura los dos estilos que diferencian y al mismo tiempo unen a los protagonistas logrando un retrato preciso de ambos en las épocas en que discurre la trama. El estilo directo para Marta, la señora mayor retratada por Rubén, la fuente de su interés, la que sufre aún el escozor del abandono y el desarraigo, la que recuerda lo sufrido con serenidad, sintiendo el hueco abierto por la distancia donde caen silenciosas las lágrimas de la experiencia. La narración en tercera persona es para Rubén, para asemejarla a la crónica de una búsqueda, una aventura que el fotógrafo recordará toda su vida y en la que descubrirá una palabra –masconato, hoy perdida- que nos llevará al desenlace, una palabra que le aporta el elemento fantástico que logra que la historia se consolide como novela, es decir, como la define el diccionario. Sin embargo esta obra tiene algo más porque su lectura nos permite percibir las pinceladas pensadas, precisas, suaves y sueltas con las que Antonio Díaz ha ido pintando este lienzo impresionista, logrando un conjunto de colores luminosos que no brillarían sin las sombras. Recreémonos en ellas asomándonos al pozo, imaginando la mirada vacía de la ballena varada en la arena. Enhorabuena, Antonio, por este cuadro. A mi abuela también le habría gustado.

 

 

Adelaida Bordés

 

 

Los años de la ballena, una historia que te engancha desde el primer momento hasta la última página.

 

Pedro Estudillo, Colectivo Letras Libres.

 

 

 

Cultura, historia, talento, ilusión. Son los ingredientes fundamentales de una obra en la que

 

Antonio Díaz confía tanto, tanto, que merece ser leída por todos.

 

Alejandro Díaz Pinto, Diario digital  El Castillo de SanFernando


 

 

El libro de mi compañero de Camino, “Los Años de la Ballena”, me ha encantado, sorprendido, conmovido, reactivado. Me he zambullido por completo en el navegar de la trama y ha sido uno de esos libros que cuando llegas al final y los cierras te dejan esa sensación de orfandad... ¿y ahora qué?

 

El compás de los dos tiempos narrados son perfectos, sin ninguna pausa falta de tempo, todas y cada uno de los silencios entre palabras están perfectamente tallados... se hace una sola historia en tu cabeza y te permite reflexionar, pronosticar y, por qué no, intuir o aventurarte a algún detalle del desenlace. El final me ha parecido emotivo, por ser el final que encaja dentro del marco de la historia contada... eran tiempos difíciles, diferentes, dónde el corazón no se debería de castigar mucho por la mente ni la razón.

 

Antonio es hábil describiendo el entorno, lo ves, lo hueles, lo sientes, me muero de ganes de irme a Cádiz, a San Fernando... es como cuando hueles ese plato que viene de la cocina rezumando olores que desencadenan tu gula y ciegan tus buenas formas... me he paseado por esas calles blancas, subida en la moto de Curtis notando el traqueteo de los adoquines y hasta he acabado con dolor de riñones...

 

También están las descripciones de las emociones, esas que han hecho que me dejase robar alguna lagrimilla por todo aquello que nuestros queridos protagonistas nos han querido contar... un lujo poder compartirlo con ellos.

 

Qué más decir, pues que la historia empieza en mi tierra Catalunya, concretamente en Barcelona, en el 75, en una Barcelona en blanco y negro, una Barcelona con sangre en las venas, donde correr por las calles revindicando libertad y amnistía era lo más importante, donde el sentimiento por unos ideales unía a las persones, donde cogerse de la mano para parar la furia de las fuerzas opresoras era un acto de amor suicida... era esa época, y tú lo has sabido contar y trasmitir, y lo has hecho des de esa tercera persona que a ti tanto te llena: el objetivo de una cámara capaz de captar historias…

 

Marta Ball Gómez, Barcelona.

Imágenes
 
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